Modifican rutinas de entrenamiento deportivo ante olas de calor

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Sin aires acondicionados que los ventilen durante la noche, a los estudiantes de la Escuela Especializada en Deportes del Albergue Olímpico en Salinas se les hace difícil descansar para retomar al día siguiente sus actividades deportivas, en una jornada que inicia entre las 7:00 a 9:30 de la mañana y se reanuda de 5:00 de la tarde a 7:00 de la noche, después de asistir a clases.

Estos horarios son resultado de una reforma educativa que, desde el 2010, el plantel escolar estableció para mejorar el rendimiento de los estudiantes atletas debido a los altos episodios de humedad y calor que, según el director deportivo de la escuela, David Rosa Fonseca, limitan el rendimiento del alumnado.

“En la mañana, hay un elevado nivel de humedad que afecta el rendimiento de los estudiantes. También, a esta situación hay que añadir el factor descanso. Las noches se tornan calientes, y los estudiantes duermen en habitaciones sin aires acondicionados, en un pueblo como Salinas [donde se registran altas temperaturas casi todo el año]”, comentó Rosa Fonseca.

“Esas horas de descanso, en la noche, se están monitoreando a través de los relojes inteligentes que nos pueden decir cuán profundo fue el sueño de ese atleta. Por ende, ese entrenador puede identificar que ese estudiante, a esa hora de la mañana, no puede participar de una actividad de alta intensidad”, añadió.

En el 2023, se registraron en Puerto Rico sensaciones de temperaturas de hasta 115 grados Fahrenheit, siendo los episodios de calor más intensos en la isla desde 1899, según un análisis del Centro de Periodismo Investigativo con datos del Servicio Nacional de Meteorología.

Para la campeona de 400 metros lisos en las competencias del 2023 de la Liga Atlética Interuniversitaria, Deyanelis Rodríguez Morales, la modificación de su rutina de entrenamiento ha sido determinante.

“En la tarde, atraso el entrenamiento. Durante los descansos, me voy a la sombras, tomo bebidas, como Gatorade, para recuperar electrolitos, tengo mis botellas de agua con hielo, y solo una vez me he dado un baño de hielo”, indicó Rodríguez Morales, estudiante, en su sexto año, del Departamento de Educación Física y Recreación en la Universidad de Puerto Rico (UPR) Recinto de Río Piedras.

Ante el calor y la humedad en la zona metropolitana, la campeona, quien es oriunda de Naranjito, comentó que fue un cambio “sumamente drástico” adaptarse a una nueva rutina de entrenamiento.

“Uno de los retos con el calor fue moverme. No tenía carro, por lo que caminaba a la universidad y al centro de entrenamiento con una humedad intensa y un calor sumamente fuerte”, añadió.

<img alt="La atleta Deyanelis Rodríguez Morales, izquierda, explica que uno de los mayores retos fue llegar hasta el lugar de entrenamiento, dado que no tiene carro.Foto por Brandon González Cruz