Luego de su presencia en algunas de las franquicias más exitosas del cine, Marvel y Harry Potter, el estimado actor Jude Law se traslada a la icónica galaxia lejana de Star Wars, con el estreno la nueva serie Skeleton Crew, inspirada en aquellas aventuras juveniles con las que crecimos los de la Generación X, específicamente E.T. y The Goonies.
La serie de ocho episodios, que estrenó esta semana en Disney+, presenta la historia de un grupo de chicos que se embarcan en una aventura intergaláctica cuando encuentran una nave enterrada en un bosque. A esta misión se les une el misterioso Jod Na Nawood (Law), un fugitivo que tiene que examinar en su interior para encontrar su lado paternal, y poder ayudar a estos niños a regresar a casa. Metro tuvo la oportunidad de conversar en exclusiva con el histrión, nominado al Oscar por The Talented Mr. Ripley (2000) y Cold Mountain (2004), sobre esta entretenida serie que conecta a nuevas audiencias juveniles con la mitología de la famosa marca cerca de cumplir los 50 años.
Has trabajado en algunas de las franquicias más exitosas, grandes marcas de la historia, desde Marvel hasta Harry Potter. ¿En algún momento de tu carrera te imaginaste formando parte del universo de Star Wars?
—Nunca. Tengo un trabajo muy extraño. A menos que yo mismo produzca y genere trabajo, tengo que sentarme y esperar a que me lo pidan. Y es algo a lo que es muy difícil acostumbrarse, aun después de 30 años actuando. Pero no fue así. Recuerdo ver algunas de las nuevas series que se avecinaban y obviamente pensé, sería una buena llamada telefónica. Pero una vez me llamaron y me hablaron un poco del concepto, la idea de poner a los niños como protagonistas y ver el universo a través de sus ojos, me dio mucha alegría formar parte y también de ver cómo hacen estos programas que cuentan con su propio estilo. Tienen su propia manera de hacer las cosas. Es la manera de Star Wars. Y siempre tengo curiosidad por aprender nuevos trucos. Además de que este era un mundo que había visto desde que era niño, así que me resultaba muy familiar. Poder formar parte de él fue una experiencia bastante surrealista.
Hablando de niños, ¿cómo fue trabajar con ese equilibrio entre el hecho de que tu personaje tiene un pasado misterioso y sombrío, pero de repente tiene que lidiar con niños y tiene que mostrar su lado paternal y dulce para que el público pueda identificarse o empatizar con él, pero manteniéndose fiel a su esencia?
—Bueno, mi personaje no es muy bueno en el lado paternal. La forma en que lo vi fue que nunca había tenido una infancia real. Era un tipo que sobrevivía día a día. Tuvo que crecer muy rápido. Entonces, él no ve a estos niños como niños, no entiende lo que es la inocencia de la infancia. Los trata como si fueran pequeños adultos, y espero que en eso se encuentre el humor. Y creo que aprende a relacionarse con ellos, hasta sentir algo de afecto por ellos, pero también es duro con ellos. Trabajar con los niños fue, honestamente, un placer, son increíblemente profesionales y sabían cuándo tenían que dar un paso adelante y cumplir…y siempre lo hicieron. Aportaron toda esta energía juvenil, entusiasmo y humor, que a menudo es muy necesario en un set de filmación, especialmente cuando, en el tono de una serie como esta, necesitas mantenerlo ligero y divertido.
No puedo evitar preguntarte sobre una de mis películas favoritas tuyas. Tal vez sea una película pequeña cuando la comparas con todos los proyectos clásicos y espectaculares ganadores de premios que has hecho. Pero ¿qué recuerdo especial tienes de Alfie (2004), que cumple 20 años?
—Dios mío, ha pasado tanto tiempo. Para ser sincero, no tengo grandes recuerdos. Recuerdo haber venido a Nueva York para filmar los exteriores y que hacía un frío terrible, ya que había filmado la mayor parte en el Reino Unido hasta finales del verano, y que tenía que intentar que la motora no patinara porque había mucho hielo en las calles.
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